1210 – 1220 En San Vicente y en Coímbra con los canónigos de san Agustín

Alrededor de los 15 años entra en el convento agustino de San Vicente, fuera de las murallas de Lisboa, para adherir al proyecto de consagración a Dios que había ido madurando.

Aquí vive unos dos años. Luego, probablemente para evitar las distracciones de amigos y parientes de la ciudad, con el permiso de los religiosos se traslada a Coímbra, que en aquel tiempo era la capital de Portugal, donde surge otra abadía de los canónigos agustinos.

Permanecerá en Coímbra 8 años, profundizando en su formación religiosa y dedicándose al estudio de las ciencias humanas, bíblicas y teológicas: los frutos de este estudio lo convertirán en uno de los eclesiásticos más cultos de la Europa de los inicios del siglo XIII.